Ya están aquí

Después de la experiencia de esta noche que voy a narrar a continuación, sin lugar a dudas, el título de esta entrada le viene que ni pintado. 

Anoche tuve una de las experiencias más importantes e impactantes que jamás he tenido. Por causas que no vienen al caso, anoche dormí en el sofá del salón. Desde el primer instante mi cuerpo empezó a temblar ligeramente. Mi posición física era con la mano derecha en el vientre y la izquierda en el corazón. Estaba preparado para una salida extracorpórea o bien para ver qué me querían mostrar esta vez, pues no busque esta experiencia deliberadamente. Me encontraba apoyado en mi lado izquierdo en modo fetal, cuando de pronto abrí los ojos y vi antes mis ojos un espectáculo de sombras en medio del salón. Fijé la mirada en ellas, hasta que pude definir que se trataban de personas, pese a que solo pude diferenciarlo por figuras geométricas. Mi visión no daba para más. ¿Estaba en el bajo astral? La visión era en blanco y negro y la definición no muy buena. Pero era real. Entonces incorporé mi cuerpo astral, y para mí desgracia no pude salir del todo. La cabeza no se podía despegar del resto del cuerpo. En mi salón estaban pasando cosas y no podía verlas de cerca. Cerré los ojos e imaginé estar volando en el techo "un método fácil"pensé. Aunque en ese instante volví a abrir los ojos y estaba en el sofá. Pero de pronto algo que no esperaba me sobresaltó. Desde el techo observé un cuerpo caer dentro de mí de forma abrupta. ¿Era mi cuerpo astral? ¡Qué demonios!. 

Un segundo intento de salir del cuerpo, llamó la atención de las sombras danzantes. Como pude y con mucho esfuerzo logré salir por completo. "Voy a salir del salón, no se muy bien dónde. Pero quiero ver qué sucede" al salir por la puerta observé tres o cuatro perros de la raza Beagle, descansado a los pies de esta. Son perros guardianes... Aún así, salí. Se levantaron al instante, confusos y extrañados al verme salir. Rápidamente salí de la casa, pero no muy lejos. Pues de repente algo tiró de mí y al instante me encontré nuevamente tumbado en el sofá del salón. "Parece que estoy molestando a alguien" "de acuerdo, veré desde aquí lo que me quieran mostrar" Aquellos canes estaban en la puerta por mí, vigilando que ningún ser no deseado entrase. 

Y de pronto los vi. Alcé la mirada y allí estaban observándome atentamente, con cariño. Me sentí un bebé mientras dos alargadas figuras me miraban con sus largos brazos que me parecieron no tener fin. Otra figura más estaba pegado a mí "un niño pequeño" pensé. Era una familia. Sus caras eran triangulares. No parecían tener pelo ¿Una familia de extraterrestres? No había color, solo el banco y el negro. Y sus caras eran un tanto borrosas. Me evocó a las pinturas de Van Gogh. A mi lado una revista. Me recordó a las de National Geographic. Distingo y dos fotos, esta vez en color y muy claras. En la fotografía de arriba unas personas de esta época con las mismas características que los seres que me observan. Pero está vez sí pude ver sus rostros perfectamente. ¡Son como nosotros! En la fotografía de abajo, unos seres de la misma raza. Pero esta vez estaban en la gran época de Egipto. 

Súbitamente una sombra grande se fue acercando a mí. Pareciera llevar otra sombra consigo mismo. Una de forma cuadrada y gigante. De un negro profundo, abismal y brillante. Me atravesó, y de un plumazo terminó la experiencia. 

Fue tan potente, que de no ser por aquella sombra que me devolvió al plano físico, no sé cuánto tiempo hubiera estado allí. 

"Como un bebé me sentí" los bebes ven en blanco y negro, y no distinguen rostros. Solo ven figuras geométricas. A no ser que se acerque a 20 o 30 centímetros. ¿Eso era acaso? De este modo cuadraría la experiencia entonces. Pero pasado unas horas, algo me dejó sin habla. 

Mensaje por WhatsApp de una buena amiga: 

David, esta noche he estado tumbada mientras era observada por dos seres de terminaciones alargadas y rostros con forma de triángulo. Los vi de color azul. Mi posición física era con la mano derecha en el vientre y la izquierda en el corazón. 

Horas más tarde, una amiga que tiene un nuevo proyecto, me pide hacer algo muy especial; un logotipo. Me manda una foto con la idea, y me dice que lo hace en honor a su perro que tanto quiere. Es de raza Beagle.