El infierno en el cielo

 Tenemos sueños que nos servirían para escribir un buen relato o incluso una novela. De hecho grandes escritores o artistas se han servido de ellos para sus obras. El sueño de esta noche, bien podría tratarse de un relato a lo "Stephen King".

El país se encotraba ante un estado de emergencia. Todas las personas se hicieron con provisiones y las calles se vaciaron enseguida. Pues había un aviso de que del cielo provenía algo para atacarnos, y quedaba muy poco tiempo. Andaba por la calle con cierta precaución dirigiéndome hacia un mercado. Pude vislumbrar a una o dos personas con cierta distancia de seguridad entre nosotros. Recordaba aquel tiempo de pandemia, pero esta vez había algo diferente; una agresiva actitud ante algo inminente. 

En poco tiempo me entoncontré en el mercado donde habría de comprar no se muy bien el qué. El estante estaba lleno de paletillas de jamón. Una de las estanterías estaba llena de muchas de ellas. Y su precio asequible no era acorde a la buena pinta que tenían pareciendo estas "ibéricas". En otro estante pude observar tres patas de jamón. Esas eran grandes y menos asequibles, teniendo un precio de algo más de cien euros frente a los cuarenta de las paletillas. No obstante, el precio era muy bajo. 

En esos momentos alguien se dirigió a mi, advirtiéndome sobre la salud. "Ten cuidado de comer mucho jamón, pues no es muy sano...ya sabes, el cancer..." Me giré sorprendido. ¿Tengo cancer o estoy enfermo? le pregunté. La mujer de mediana edad enseguida me pidió disculpas. "No, no. Tú estás bien" ¿eres canalizadora verdad? pregunté con cierta curiosidad. A lo que ella respondió que sí. Era mi buena amiga Brillit. Me dijo su nombre. Aunque en esos momentos no nos conociamos, o al menos ella no me reconoció, aunque de esto no estoy seguro. Instantes después sucedió un altercado. Un hombre joven y agarrado a un niño de unos nueve años, intentaba irse lentamente del mercado. El chico apenas sin habla, señalo a su madre sin ni siquiera esta advertirlo. "Lo está secuestrando" grité. Me dirigí velozmente hacia ese hombre y le aparté del chico. Huyó, pero gracias a dos personas más, pudimos atraparlo. El chico y la madre me dieron las gracias. "Eres nuestro heroe" decían. Este suceso solo era el preambulo de lo que sucedería momentos después.

 El cielo. Ahí estaba. Algo sucedía. Este se abrió asombrosamente de par en par, como si de una cupula se tratase. Solo una pequeña abertura y de ahí surgieron insectos del tamaño de una palma de la mano. Cientos, miles de ellos se dirigan hacia la población. Pude ver como volaban a gran velocidad y se metian dentro de las personas por cualquier abertura que pudieran encontrar en sus cuerpos. Parecían misiles volando hacia la tierra y devorando a su paso todo lo que tocaban. Estas personas se infectaban de aquellos pequeños seres y atacaban como zombies a las personas más cercanas a ellas. Huir, es lo que había que hacer. O no, pensé junto a otra persona. Si huimos, tarde o temprano acabaremos como ellos. Solo nos queda enfrentarnos. Teníamos en nuestro poder una vacuna. Unos "boligrafos" que desprendían un gel, era la solución a aquella infeción. Solo había que tocarlos con ellos y volverian a su normalidad. Lo hicimos con algunos pocos. Eran demasiados. Estabamos libres en nuestra zona, un edificio. Pero sabiamos que solo acababa de empezar, eran muchas personas que salvar. Pero al menos teníamos la solución y era cuestión de tiempo que todo se resolviera. 

Quizás amigos, como en las guerras, hay solución. Solo tenemos que querer aplicarla y todo terminaría. 

Que tengáis un gran fin de semana!!




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