Una guerra de emociones

 Una de las cosas que más me llaman la atención en una guerra, es que esta está muy cargada de emociones. Ante todo negativas. No se trata de defenderse del enemigo que está atacando tu país, ciudad y con ello a tus seres queridos. En esa situación y con una pistola apuntando a una persona que te importa, si estás en posesión de un arma, que acabaras con su vida no sería ni siquiera repochable. Hablo de cuando no es necesario. Estoy viendo un documental en capitulos llamado "La segunda guerra mundial: desde el frente". Son grabaciones reales de las situaciones que vivieron en esos momentos; desde la invasión a Polonia, Pearl Harbor, el ataque a Japón y el final de la guerra. Todo grabado con cintas caseras a las cuales les han añadido color, espeluznante a la par que alucinante. 

Pero lo que vengo a comentaros es lo triste que me parece que el ser humano disfrute con el maltrato. Hay personas que se disparan desde una distancia considerable, pero que ni siquiera se ven. No se miran a los ojos. Todos obedecen ordenes desde arriba. Una de las frases que más acierto ha tenído es "al hombre, en según qué situaciones, disfruta matando a otro". Eso sí me parece inquietante. Yo siempre he pensado en ello. Si a más de una persona se le diera permiso para matar a otra durante un tiempo, lo harían sin dudar y sin tener remordimientos. De ahí supongo que nació la pelicula "La purga".

Una de las situaciones que más me ha llamado la atención ante la barbarie de la segunda guerra mundial, es ver como rapan el pelo a unas mujeres en Paris, cuando es recuperada. En especial hay una que estuvo con un hombre alemán. Y es por ello que la pegan, se burlan y se rien de ella. No hizo nada malo, solo intentó sobrevivir. Insultos y aplausos por parte de personas mayores, jovenes, mujeres y hombres. Odio es lo que tenían en sus rostros ante una mujer que no había hecho nada más que sobrevivir y querer a un hombre. 

Supongo que la guerra transforma al ser humano. Al fin y al cabo somos seres emocionales capaces de hacer lo mejor y lo peor, y entre eso hay una gran escala de grises. Creo en la bondad y en el ser humano. ¿En realidad quién promovió la guerra? ¿Cuántas personas? La minoría. Unos pocos hombres llevaron el odio al resto del mundo, todo empezó por unas cuantas personas. Y el arte, como dirían algunos, de manipular a todo un país.